Protagonista
El soldado de nuestra historia no se diferencia demasiado de un hombre corriente. Tiene un trabajo, una familia (mujer, madre, dos hijos...), una casa y hobbies para ocupar su tiempo libre (como leer o ir al monte).
Pero, sin embargo, ha estado en una situación en la que muy pocas personas han estado. Ha ayudado a reconstruir uno de los países más pobres del mundo. Ha luchado por su vida bajo el fuego de las ametralladoras. Ha viajado miles de kilómetros para enfrentarse a un destino incierto.
No obstante, no ha sido el único en vivir todo esto, a pesar de que su situación pueda parecer excepcional. Cientos de soldados le acompañaron con el mismo objetivo a esta arriesgada misión, hacer de este mundo un lugar mejor.
Entrevista a un soldado
¿Cuál es vuestra misión en Afganistán?
Seguir proporcionando seguridad a España y a Europa. Una seguridad, en este caso, “avanzada”.
¿Cuántas veces has estado allí?
Esta fue mi segunda ocasión. Afganistán se ha llevado dos años de mi vida. Porque no solamente considero el tiempo que permanezco allí, sino que incluyo los intensos meses de preparación.
¿Se diferenció en algo la primera vez que estuviste allí de la segunda?
Evidentemente sí. En esta segunda ocasión he notado cambios. Cambios en cuanto al desarrollo e infraestructuras, las carreteras se asfaltan, se construyen puentes, hospitales, escuelas… Y todo ello no es posible si no se mejoran las condiciones de seguridad.
Aquí en “nuestro mundo” olvidamos muchas veces lo relativamente fácil que es nuestra vida, quiero decir lo confortable que es nuestra vida. No tienes más que pulsar un interruptor para que se haga la luz o accionar un grifo para que corra el agua, incluso caliente. Olvidamos que en gran parte del mundo esto no es así, o al menos no tan fácil. Olvidamos que esto es posible porque hay seguridad. Sin seguridad, es imposible el desarrollo. Es el pilar básico para el progreso. Y esta seguridad, aunque actualmente muchos ponen en duda, se consigue gracias a la Defensa, al Ejército. Esto conviene recordarlo, máxime en una sociedad tan conformista como la nuestra.
¿Has estado en combate? ¿Qué se le pasa a uno por la cabeza cuando el enemigo abre fuego?
Bueno, realmente se trata de mi trabajo. Llevo toda la vida preparándome para ello. En ese momento, aunque parezca mentira, ridículo o absurdo, no piensas en tu propia vida ni en tu propia seguridad, únicamente piensas en cuál es tu cometido, en tus compañeros, en no fallarles. Porque ellos piensan esto mismo y no te puedes permitir el lujo de defraudarles. Temes, pero temes por ellos, por sus vidas, que posiblemente estén en tus manos.
¿Qué lleva a alguien a arriesgar la vida por su país?
Quiero entender que casi todos mis actos van impulsados por un espíritu de aventura, pero también de generosidad. Como te he contado antes, estoy convencido de que el Ejército es una herramienta fundamental en la Defensa de nuestro país. Que sin Defensa no hay desarrollo. En definitiva, y contestando a tu pregunta, lo que quiero es que, mi familia, mis amigos, mi ciudad, mi Patria estén seguras. Y yo quiero contribuir a ello. En mi caso elegí enrolarme en el Ejército pero entiendo que no es la única manera y que cada uno puede encontrar el modo de contribuir a ello.